Combate a la delincuencia  Parte 3

Historia no contada

Es importante que las nuevas generaciones conozcan la historia de Guatemala, ya que en nuestro medio desafortunadamente se ha practicado la costumbre de no reconocer la importancia de lo bueno y lo malo que ha sucedido durante los acontecimientos, sin tomar en cuenta que son hechos históricos de nuestra Nación.

Los datos obtenidos son de documentos y diferentes fuentes, con el propósito de presentar la actuación de las personas por el incremento de la delincuencia y la violencia.

Para atender a los niños, niñas y adolescentes de la calle también se deben tener programas no residenciales o ambulatorios que deben brindar:

  1. Atención ambulatoria.
  2. Programa de prevención de calle y conductas o acciones de alto riesgo.
  3. Búsqueda y reencuentro familiar.
  4. Programa de reinserción familiar y social.
  5. Programa espiritual.
  6. Programa legal.

Y para los programas residenciales se deben crear:

  1. Comunidades o lugares separados para niñas y otras para niños.
  2. Comunidades o lugares para madres adolescentes.

Atención ambulatoria 

El equipo de educadores que salen de forma ambulatoria a las calles, para realizar recorridos en los cuales se desarrollan e implementan estrategias de prevención y reducción de daño, con la población que vive en las calles, niños, niñas, adolescentes y  jóvenes madres con sus bebés.

Programa de prevención de calle y conductas o acciones de alto riesgo

Su función es la prevención de acciones que atentan contra la niñez como explotación sexual y laboral, drogadicción, callejización, incorporación a grupos de delincuentes de conflicto con  la ley, así como la atención a la desnutrición y las enfermedades en las calles.

Búsqueda y reencuentro familiar

Localización de las familias de los niños, niñas y adolescentes víctimas de la violencia, la drogadicción y conflictos de delincuencia, para reunirlos.

Programa de reinserción familiar y social

Programa de intervención y apoyo residencial y no residencial que promueve la reinserción de niños, niñas y adolescentes con sus familias, así como la preparación y ayuda para una vida independiente. También se brindará el seguimiento necesario, tanto a los niños, niñas y adolescentes así como a las familias.

Programa espiritual

Contribuye al desarrollo integral de niños, niñas, adolescentes y personal especializado, a través de una adecuada atención espiritual y religiosa, para crecer como personas y experimentar juntos el amor, la fidelidad y la creencia en Dios y la humanidad.

Programa legal

Promueve y defiende los derechos y obligaciones de los niños, niñas y adolescentes en los diferentes campos del ámbito legal. Demostrarles que el sistema legal debe prevalecer, para lograr tener más oportunidades y evitar la violencia y el crimen.

Los programas residenciales en los cuales se les brinda alojamiento y alimentación permanente a los niños, niñas y adolescentes.

Para que se pueda albergar niñas, niños y adolescentes de 12 a 18 años con problemas de drogas, calle y/o en riesgo social. Esta población puede ser referida por educadores de atención ambulatoria, otras instituciones, terceras personas o por cuenta propia. En el programa de lugares residenciales deben estar separados para niños, niñas y adolescentes y ser lugares seguros y accesibles.

Para la rehabilitación o renuncia a la cultura de la calle se deben ofrece diferentes niveles de atención:

  1. Integración.
  2. Reconocimiento o aceptación voluntaria de su necesidad de cambio.
  3. Fortalecimiento, que es el tratamiento de la problemática identificada y la preparación para egresar del programa y reinsertarse en la sociedad en forma individual.

Lugares para madres adolescentes

Los lugares para jóvenes desde 13 hasta de 22 años embarazadas y/o madres con sus hijos, que viven en riesgo social. Al igual que los demás programas residenciales, se les deben brindar los niveles de integración, reconocimiento y fortalecimiento; además de enseñarles a ser mujeres, madres y a cuidar a sus hijos

Se debe ayudar y beneficiar todo el tiempo a la población de niños, niñas y adolescentes de la calle en forma directa e indirectamente, para evitar que caigan en la violencia y la delincuencia. Que se sientan parte de la sociedad, que son útiles, que alguien se fija en ellos, que tienen derechos, obligaciones y que tendrán una mejor vida si son responsables y trabajan bien y que deben respetar a sus semejantes. La formación y la educación del ser humano se inicia desde la niñez.

Una niña de la calle ve a la Virgen María cargando a Jesús y le dice: Señora podría usted cargarme a mí un ratito.

Un niño de la calle ve a Cristóbal Colón y le dice: Señor puede llevarme a un mundo nuevo ya estoy cansado de éste.

Un niño de la calle ve a Justo Rufino Barrios en su caballo y le dice: Señor súbame a su caballo para sacarme de aquí.

Un niño de la calle ve a Benito Juárez señalando y le dice: Señor me puede usted decir dónde está la felicidad.

Una niña de la calle ve a Juan Pablo II con los brazos abiertos y le dice: Señor yo necesito ese abrazo.

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Lea más del autor La historia no contada Jorge Ubico (parte 2)

Por El Siglo Ver noticia original

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