Convulso inicio del 2023 – El Siglo

Lugar Hermenéutico

El fin del 2022 e inicio de este año en Guatemala, no pudo ser más intenso, asambleas de partidos, políticos, postulación de candidatos, una gran cantidad de accidentes de tránsito, el espantoso trafico de la ciudad, el asesinato en el Centro Comercial Miraflores, la niña violada y asesinada en Peronia, y podríamos seguir citando ejemplos, para reflejar la preocupante ola de delincuencia en el país.

En los ejemplos referidos, podemos inferir que esto no se trata de un segmento o estrato social determinado, pues de nuevo la violencia se refleja en diversas capas de la sociedad guatemalteca.

Tanto la criminalidad, como la violencia, en sus diversas formas, tiene impactos negativos en cualquier sociedad, principiando por las víctimas mortales que pueden devenir de cada suceso, así como por la incertidumbre, la zozobra y los cambios en patrones culturales, psicológicos y de conducta en todos los estratos.

Sin ser experto en la materia, podemos pensar que la cosa no va bien, cuando vemos en las calles, centros comerciales y lugares públicos, una gran cantidad de personas luciendo armas de fuego como parte del paisaje urbano y rural en el país, ello va consolidando imaginarios de que hay que hacer justicia por propia mano, bajo la premisa de que hay que protegerse o el supuesto que las autoridades no cumplen su función.

A lo anterior agreguemos el fenómeno de las extorsiones, que, según la entidad Global Financial Integrity (GFI), con sede en Washington, D.C, quienes de acuerdo a su informe “Extorsión en El Triangulo Norte de Centroamérica: siguiendo el dinero”, este es un fenómeno que afecta a más de 78,000 mil personas en el país y los ingresos que perciben los grupos delictivos que se dedican a esta actividad pueden llegar hasta los 60 millones de USD anuales.

Con esta antesala, estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral, para lo cual no es de extrañar que grupos interesados estén planteando dentro de sus estrategias agregar algunos ingredientes más, al ya caótico escenario nacional.

Se decía, hace algunas campañas, que, los “genios del márketin político”, recomendaron crear entornos de terror a más de algún candidato presidencial, para posicionar un slogan de campaña y crear el escenario ideal para su programa de gobierno, vaya lujo de mercenarios.

Por supuesto que es de estar muy atentos y exigir a las autoridades locales y nacionales, el esclarecer los hechos a la mayor brevedad, sin embargo, no dejarnos sorprender por esta nueva oleada espontánea o provocada de criminalidad, que esta causando mucha resonancia dado los sectores económicos bajo los cuales se ha focalizado, pero recordemos, que tristemente esta es una realidad en el día con día de las zonas rojas del país que ya se están volviendo corintas.

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