Etnicidad y desarrollo – El Siglo

Zoon Politikón

El concepto de raza es una construcción social a partir de un hecho biológico, que intenta reconocer una categorización social, incurriéndose así en un error. Durante mucho tiempo se ha clasificado a los individuos en grupos raciales, lo cual es incorrecto desde una perspectiva científica, pues raza solo hay una, “la raza humana”.

Los términos de raza y etnia son complejos de definir, pues el término etnia puede ser usado como un eufemismo para raza; etnia se utiliza al referirse a un grupo de personas que comparten una herencia cultural, antepasados comunes, una lengua, costumbres e identidad. La diferencia entre raza y etnia se encuentra en que el primero se enfoca en factores biológicos mientras el segundo en factores culturales; aunque puedan parecer cercanos, no lo son. Ambos conceptos tienen una base subjetiva que los hace fácilmente manipulables.

Etnicidad es una construcción social utilizada para referirse a minorías dentro de sus naciones estado; es producto de la construcción social para referirse ya sea a diferencias o igualdades, primordialmente culturales de personas en un espacio geográfico, lo que a su vez genera la llamada “multi etnicidad”.

La etnicidad implica “una continuidad cultural intergeneracional y colectiva”, es un argumento utilizado, en algunos casos, para respaldar movilizaciones reivindicativas, utilizando términos aceptables socialmente, convirtiéndolo en arena política para reclamar derechos, producto de la dinámica de interacción entre los grupos sociales que construye la identidad étnica.

Los efectos y los argumentos de la etnicidad en la vida y el desarrollo del país son diversos, muchos de ellos negativos para la supervivencia de la República de Guatemala, entre ellos:

• Considerar la formación académica negativa a sus intereses pues señala que ésta se orienta únicamente al mercado y no a la población.
• Considerar al gobierno central innecesario e inoperante pues otras instancias del ámbito local sustituyen al Estado.
• Promover el enfrentamiento a través de un proceso de autoidentificación “maya” para ya no llamarse “indígena”, sino “Maya” frente al ladino o mestizo, aunque confronte con otro guatemalteco.
• Buscar desarrollar una dinámica de revitalización étnico-política y de movilización social, materializada en una estrategia de acción, a través de todo tipo de colectivos posibles, ejecutando una serie de acciones articuladas de “resistencia” o bloqueo al sistema nacional actual, en conjunto de la asociación de movimientos “populares”.
• Luchar por la tierra por medio de invasión de fincas, bajo el argumento del derecho ancestral.
• Generar supuesta conciencia de etnicidad “potenciando la añoranza por lo perdido y de orientar las acciones a su resistencia o rescate”. Responsabilizar por su perdida al grupo étnico hegemónico ladino quien ha acumulado poder, poder que ahora debería estar en manos de las etnias mayas.
• Rechazar a los partidos políticos tradicionales y aprovechar a los sindicatos, organizaciones universitarias que tengan vínculos con los colectivos mayas, que en su mayoría aparentan ser organizaciones de desarrollo.
• Aprovechar el apoyo que dan algunas ONG´s para la organización de masas, actividades de formación de asociaciones, comités y grupos de base.
• Proponer a la etnicidad en conjunto con la “Ruralidad incontaminada”, o sea que la comunidad rural no debe adoptar un modelo a causa de influencias externas a la mayanidad; este es un claro ejemplo de la separación que se pretende.
• Posicionar la unidad étnica indígena como un frente común del pueblo maya, en contra de la hegemonía ladina.
• Utilizar la confrontación como medio para redefinir al Estado desde postulados de una visión de etnicidad maya.

En síntesis, desarrollar desde la visión de la etnicidad el proyecto de la “Nación Maya”, la fundación de un nuevo estado sobre Mesoamérica.

Esta visión, desde la perspectiva antes señalada, es negativa para el desarrollo integral del país, ya que es contraria al planteamiento democrático de Guatemala, pues ejerce un efecto negativo sobre la búsqueda de un verdadero desarrollo al plantear una visión sectaria y no integral.

La corriente de la etnicidad maya propone su propia estrategia de desarrollo, la cual no coincide con cualquier intento de desarrollo integral del país, en donde su “estrategia etnodesarrollista”, tiene referenciales étnicos como ideales y actividades concretas a través de mediadores y beneficiarios propios; en donde la organización debe ser comunal y regida únicamente por los consejos comunales, construyendo su propia organización.

Para efectos de su estrategia de desarrollo considera a la ayuda internacional o local (extranjeros y ladinos) que promueve la – modernización – como un atentado contra  la revitalización étnica, por lo que la única manera de aceptar estos fondos – ajenos – es que no representen aculturización, entiéndase que son las comunidades las que manejan el dinero según sus intereses.

En su visión, argumentan, el etnodesarrollo es una propuesta de desarrollo alternativo al modelo de desarrollo hegemónico ladino. El modelo de etnodesarrollo plantea condiciones solo para comunidades indígenas; y la participación de las comunidades decidiendo qué hacer y cómo utilizar los recursos, y ejerciendo su propia autoridad.

Ante este escenario, surge preguntas muy sencillas; como raza humana, como personas con un legado cultural, histórico, geográfico común, ¿no es mejor pensar en trabajar unidos y sentirnos ante todo guatemaltecos? ¿acaso no es preferible buscar la unidad nacional, por encima de las diferencias, como reflejo de la pluralidad política y la diversidad cultural del país, en donde se anteponga el interés de Guatemala a los beneficios particulares, para que juntos progresemos manteniendo el orden y la estabilidad del país?

En principio, indígena, mestizo, ser humano… soy ante todo guatemalteco y es de eso de lo que debo sentirme orgulloso y por lo que debo trabajar.

El país, nuestras familias y la sociedad guatemalteca en general requieren de una actitud diferente, que refleje solidaridad, amor por la tierra que nos vio nacer, trabajo duro y ante todo un verdadero sentimiento de unidad en búsqueda de un mejor futuro.

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