La inflación la gorgona de la economía

Sueños…

El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, ha dado un cambio de rumbo a las relaciones internacionales de este país. No se sabe sí es un intento desesperado de las cumbres económicas de la nación que buscan que no se les cierren las opciones de exportación ante el enfriamiento de los contactos con los gobiernos gringos, o sí es un respiro para buscar nuevos rumbos a los mercados internacionales. La visita puede abrir nuevos rumbos políticos y económicos que den un respiro al sistema político-económico nacional o pueden abrir una brecha de confrontación con la Federación Rusa. Todo en el marco de la agudización de las contradicciones del sistema capitalista-financiero mundial que está en recesión desde la gran crisis del 2008-09.

El principal indicador de problemas, la inflación no se detiene. El Banco Central de Guatemala, al igual que el resto de bancos centrales del mundo aplicaron la receta suicida de los bancos centrales, emitir dinero en abundancia. Para enfrentar la crisis y ante un poder ejecutivo maniatado por la ineficiencia y corrupción, con un sector empresarial sin estrategia de construcción de unidad de la nación, el banco central emitió masa monetaria superior a la de otros momentos críticos.

La inflación se hace presente como evidencia de que el sistema tiene problemas estructurales que necesitan reformas profundas para reiniciar la construcción de la nueva sociedad indispensable en el siglo XXI. La inflación representa en sí un proceso de debilidad de las monedas. Las monedas ya no pueden cumplir sus funciones de reflejar el valor de la producción, ni ser depósitos de valor y deterioran el poder adquisitivo, especialmente del 40% de la población más pobre. Razón por la cual el banco central hace esfuerzos por mantener la calma y recuperar la confianza. En su página el Banguat informa del deterioro reciente de la confianza de la población en el sistema actual. La inflación en términos reales casi alcanza el 6%, sí solo en 6 meses llega a 6, es de esperar que se incrementa aún más. Lo cual tenderá a generar estancamiento en el comercio y la producción, provocando un deterioro en el nivel de vida de todos los sectores de la sociedad, con los consiguientes conflictos sociales que pueden salirse del margen de control. El siguiente gráfico muestra que la tendencia es al alza, en ese mismo gráfico los analistas pecan de ingenuidad al pensar que la inflación se detendrá por arte de magia y terminará igual o menor al mes de junio. En parte el viaje a Ucrania es abrir un espacio de respiro abriendo opciones de comercio.

Un elemento que provoca esta tendencia inflacionaria, que puede provocar desempleo, disminución de la producción y deterioro social es el déficit fiscal. Los abultados gastos públicos no productivos, el uso ineficiente de los recursos, la corrupción y el clientelismo político provocan un endeudamiento creciente, que presiona las tasas de interés y ahonda la inflación.

En general la población pierde confianza en el desempeño de la economía, lo que a su vez se convierte en un nuevo factor detonante de la caída. No cabe duda que se tienen que generar políticas que permitan el mantenimiento del empleo y el poder adquisitivo de la población. En el siguiente gráfico se puede observar, con preocupación la tendencia en la pérdida de confianza en el futuro de la economía.

Confianza que ya de por sí estaba deteriorada por varios factores.

La problemática planteada lanza señales claras de los cambios y reformas de los sistemas productivos y sociales y tradicionales en la región. Los precios internacionales lanzan señales contradictorias sobre los principales productos producidos o consumidos en Centroamérica. Por ejemplo, el BCIE, indica lo siguiente, en su informe de coyuntura:

Los precios de los derivados del petróleo, el desabastecimiento de materias primas, el deterioro de los mecanismos de transporte internacional, las medidas de contención inflacionaria en las principales potencias son factores de deterioro económico, que se reflejan en el incremento internacional de la inflación.

Como se menciona en los principales informes internacionales, las economías de la región muestran una tendencia a resistir la crisis, en el marco de choques externos muy intensos como la desaceleración del crecimiento de los socios comerciales, los problemas en las cadenas de suministro y el aumento de los precios de las materias primas. En esas circunstancias hay espacio para replantear reformas al sistema capitalista semifeudal, y avanzar en la construcción de un sistema liberal democrático, con eficiencia económica, solidaridad social, democracia electoral y respeto a los derechos humanos.

Lea más del autor aquí Países pobres de Centroamérica