Zoon Politikón
Es importante entender y establecer la diferencia entre un politiquero y un político pues se genera demasiada animadversión a la ciencia y la práctica política, olvidando que esta disciplina es inherente al ser humano, no así la politiquería la cual es más una falta de ética y de principios que una forma de actuar sin consecuencias.
Pero para que los términos sean más claros se deben definir algunos conceptos básicos: un político es quién se dedica a la política, ya sea porque desea intervenir de alguna manera positiva en la sociedad o porque desea participar en el gobierno por ser miembro de la comunidad; mientras la política es la ciencia que trata de los asuntos del gobierno y la organización y dirección de la sociedad, especialmente de los estados.
En otro sentido esta aquello que no es lo deseado en política, el politiquero y la politiquería, términos que se definen para su mejor comprensión: politiquero, es aquella persona aficionada a tener poder a través de las intrigas, o sea quien politiquea, interviniendo en política de forma superficial y poco acertada; y la politiquería es la práctica política de intentar conseguir o mantener el poder, con fines espurios, mediante falsas promesas y regalos.
El politiquero utiliza diversas prácticas para influenciar y manipular mediáticamente a las masas y por ello es importante intentar distinguirlas de tal manera que se pueda reconocer la diferencia entre este – el politiquero- y un verdadero estadista – un experto en asuntos de Estado o en política-.
Para desviar la atención se distrae al público objetivo de lo verdaderamente importante, inundando con distracciones e insignificancias que solo mantienen ocupada la mente de las personas, alimentando el morbo popular y distrayéndolas de los temas esenciales como lo son los problemas económicos y sociales de importancia real.
El método “problema-reacción-solución” es comúnmente empleado creando problemas con situaciones concebidas para generar reacciones previstas en la opinión pública y ofreciendo soluciones del agrado de la mayoría a raíz del efecto influenciador, de tal manera que parezca que es la masa quien exige las acciones que se aplicaran como es el caso de los efectos del cambio climático, en donde para mitigar la acción destructiva de las inundaciones se deben aprobar fondos y gastos de emergencia sin grandes controles.
En campaña se ofrece el “oro y el moro” o sea lo imposible si es necesario para ser elegido, pero a la hora de llegar al poder estos ofrecimientos ya no se cumplen y por el contrario, puede ser que para sus intereses haya que aplicar decisiones impopulares, situaciones -dolorosas y necesarias-; es aquí cuando se difiere para lograr la aceptación pública en el presente y ejecutar una acción futura; basado en la ingenuidad de que todo puede mejorar y que el dolor puede ser evitado, con ello se consigue la resignación para los momentos difíciles.
En campaña la publicidad es dirigida a la gran mayoría utilizando un discurso y una entonación llena de personajes, argumentos muy sencillos y hasta infantiles, como para niños… a más intención engañosa, mayor infantilidad del mensaje… para sugestionarla y así evitar reacciones con sentido crítico. También se procura hacer más uso de la emoción que de la reflexión. Con esto se persigue bloquear la racionalidad y el sentido crítico de las personas, de nueva cuenta que se posicionen ideas que induzcan a comportamientos previstos.
En los discursos de campaña se busca hacer creer a la persona que es en parte culpable de su propia desgracia por haber elegido en el pasado a los equivocados y que es -el cambio- por medio de quien les habla la verdadera solución a sus problemas. Se les hace pensar que el mismo individuo es responsable de su estado por su inacción y que la solución es la ¡revolución! contra el sistema.
A raíz, principalmente, de la brecha de conocimientos entre la masa y las élites – tanto por aspectos educativos, como económicos – los politiqueros dicen conocer mejor a los individuos comunes y corrientes más de lo que ellos mismos se conocen, por lo se les debe elegir para que sean ellos quienes dirijan su vida y solucionen sus problemas.
Lastimosamente el individuo común cada día busca leer menos, no se informa ni se forma, con lo cual deja en manos de otros, los interesados en manipularlo, la tarea de darle la información – mínima necesaria – para moldear su opinión; con esto se genera un aislamiento que en su insatisfacción y necesidad por “saber”, lo conduce a buscar lo “rápido y esencial”, las redes sociales… tik tok, Instagram, etc. De esta manera se hace al público por un lado dependiente de su interlocutor político y por el otro incapaz de comprender las tecnologías y las formas utilizadas para su control. El politiquero apela a la baja o nula educación de la masa para influenciar y posicionar las ideas que él desea y necesita para su propio interés.
Siempre el candidato inescrupuloso intentará generar un mensaje basado en circunstancias reales y conocidas por él, con la finalidad de modificar actitudes y comportamientos para su propio beneficio; ello se consigue por medio de tácticas dirigidas a públicos definidos y difuminando la línea de la ética con la intención de alcanzar su objetivo.
Las campañas políticas, aprovechan el desinterés de la mayoría por los temas electorales, por lo que buscan tener la capacidad de cambiar temas a su favor, creando desinformación a través de los “NetCenters” para interferir en la óptica objetiva de los temas verdaderamente importantes de la agenda política.
También se emplean los Call Center como mecanismo para conocer el progreso de la campaña a través de datos sobre la penetración del mensaje de un candidato, intención de voto e interés sobre las propuestas realizadas en el programa electoral; y con ello desarrollar acciones para influir y manipular la opinión pública de diversas y hostiles maneras.
Tanto gobernantes como políticos de derecha, centro e izquierda hacen uso del poder mediático y propagandístico que les proveen los medios underground, redes sociales, boca a boca y otros, con la finalidad de influenciar y de controlar la vida diaria de las personas a través de la previa determinación de las reacciones, sentimientos e inclinaciones, para desarrollar acciones que convenzan al auditorio de que tiene que hacer, pensar y desear. Con las elecciones muy próximas, es algo que debería al menos interesarle al electorado.
No sería justo pensar que todos… todos los candidatos a puestos en la administración pública son malos y que tienen intenciones perversas, pero si es justo intentar informarse y distinguir con un sentido verdaderamente crítico las intenciones y prácticas de los contendientes para elegir de la forma más responsable.
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