Por: Óscar Guillermo Peláez Almengor
Doctor en Filosofía / Universidad de Tulane
Profesor de la USAC
En esta ocasión quisiera mencionar a un personaje que estuvo presente en América Latina; durante el centenario de la Reforma de Córdoba, el año 2018 se recordó con el aprecio debido la figura de Gabriel del Mazo, uno de los más connotados dirigentes estudiantiles de aquel movimiento en los primeros lustros del siglo pasado.
Es importante recordarlo, porque él acuñó una frase interesante, él habló de la Universidad como una República de Estudiantes, donde unos estudiantes, dice él, aprenden, otros se dedican a enseñar, otros se concentran en aplicar la ciencia que han adquirido dentro de la Universidad en su trabajo profesional. Creo que esta es una reflexión importantísima para nosotros a principios del Siglo XXI: ver a la universidad como una República de Estudiantes, todos interesados en la academia, su presente y futuro.
Con el texto del Dr. Olmedo España Calderón y las ideas que representa (el cual llega a nuestras manos de una manera gratuita, como lo acostumbra la Universidad de San Carlos) podemos retomar el pensamiento de Gabriel Del Mazo, abrir el debate serio con respecto a los planteamientos de este libro.
Quiero referirme a dos cuestiones puntuales: primero: la investigación. Porque el Dr. España Calderón lo señala y nos dice que en la universidad la investigación original y la publicación deben continuar, dice él, que deben seguir siendo las exigencias básicas y ser consideradas el criterio clave para la evaluación del desempeño de la mayor parte de los profesores, la investigación y la publicación como las partes fundamentales para evaluar el desempeño de nuestros profesores.
En segundo lugar, quiero reflexionar sobre algunos aspectos que nos presenta el Dr. España Calderón en relación al gobierno universitario, finalizó mis observaciones con algunos de los apuntes del autor en referencia al futuro de la universidad.
Universidad e investigación
Así, España Calderón nos lleva al informe 2016, Educación Superior en Iberoamérica y nos dice lo siguiente:
“hay 86 universidades que merecen tal calificación [o sea hay 86 universidades en Iberoamérica que merecen la calificación de Universidades] empleando un criterio nada exigente, cuál es, haber publicado más de 3,000 artículos científicos durante el último lustro”. Existe un segundo grupo (92 universidades), que denominamos, universidades con investigación, que durante el mismo periodo produjeron en promedio de 200 a 600 trabajos científicos por año, luego hay un tercer grupo -algo más numeroso- compuesto por 178 universidades, que llamamos universidades emergentes, las cuales registran durante el periodo de análisis entre 250 y 999 documentos científicos, esto es de 50 a 200 por año.” (citado por España Calderón, 2017: 113-114).
Es decir, el criterio para evaluar si una universidad es tal, es la investigación que esta universidad hace y la publicación de dicha investigación científica.
¿En qué lugar de esta clasificación nos ubicamos nosotros? ¿Podremos llegar algún día a dejar de tener una investigación raquítica? ¿Podrá tener la investigación científica en la Universidad de San Carlos los fondos necesarios para poder desarrollarse plenamente? ¿Lograrán tener los profesores de cuatro horas el tiempo completo para dedicarlo a la investigación?
Estos son cuestionamientos importantes de realizarlos si nosotros queremos estar a la altura de los tiempos. Aspiramos, efectivamente, a ser una universidad de investigación y esta debe contar con la infraestructura para que profesores e investigadores puedan investigar y publicar su trabajo. Ese es uno de los puntos más importantes señalados por el Dr. Olmedo España Calderón.
En este sentido, todas las reflexiones giran alrededor de un mejor conocimiento de nuestra propia institución y debido a que, sin este conocimiento, no tenemos un norte seguro sobre el cual proponer reformas.
Creo que bien vale la pena insistir, desde este estrado, sobre la formación de un instituto que se dedique enteramente a desarrollar investigación sobre la Universidad de San Carlos, un Instituto de Investigaciones Universitarias, su historia, su desarrollo, su problemática, sus potencialidades y capacidades. Creo que los resultados que podemos obtener serán oportunos, para orientarnos en las tareas de reforma que tenemos por delante.
El gobierno universitario
Pero hay otro problema que merece nuestra consideración y que concentremos un poco de tiempo en él, es la conformación del Consejo Superior Universitario.
Nuestra generación asistió a un proceso en el cual, en los años 70 del siglo pasado, se fueron separando las escuelas no facultativas, primero Psicología, después Historia, posteriormente Ciencia Política, la Escuela de Trabajo Social y la Escuela de Ciencias de la Comunicación.
De tal manera que se creó en la Universidad de San Carlos de Guatemala la figura de la Escuela no facultativa; pero a la vez no se crearon las avenidas, las calles, ni siquiera los atajos a través de los cuales esas escuelas no facultativas iban a tener representatividad en el Consejo Superior Universitario; que hoy día, en pleno siglo XXI, las escuelas no facultativas conforman un grupo de profesores, de estudiantes, que pudiera llamarse de segunda categoría.
Agregándose a esto la creación en los últimos años y la participación de los colegios profesionales de ingenieros químicos, enfermeras, psicólogos y contadores públicos y auditores, lo cual hace más compleja la situación resultando en que al interior del Consejo Superior Universitario hay voz y voto de 14 colegios profesionales conformados por egresados de la USAC, con un peso político especifico.
La primera categoría está formada por las Facultades, que son 10, la segunda por las Escuelas no facultativas, una tercera que la conforman los Centros Universitarios y una más conformada por los colegios profesionales.
A través de estos últimos la universidad creció hacia el interior del país, respondiendo a su vocación y a una necesidad sentida de la población de que la institución se extienda hacia el interior del país, que se acerque nuestra casa de estudios a la población. Pero, no se crearon los canales, los vínculos, las formas de cómo estos centros universitarios iban a estar vinculados a el poder central que lo conforma el CSU, integrado por 10 facultades de nuestra universidad.
O sea, de 46 unidades académicas que conforman la Universidad de San Carlos, únicamente 10 están formando el CSU y esas 10 deciden sobre los destinos políticos, económicos y trascendentales de la Universidad de San Carlos.
Olmedo España nos plantea lo siguiente, e indica en su texto que esto tiene solución. Podemos pensar, señala, en un primer modelo, en el cual el CSU se quede tal y como está en este momento, pero que ese CSU responda a los intereses de todas las otras unidades académicas, porque, si no es así, el CSU está perdiendo legitimidad, y la pérdida de legitimidad lleva finalmente a otro tipo de acciones que se pueden tomar, efectivamente, porque este organismo ya no es legítimo, y no representa los intereses de todos los miembros de esa República de Estudiantes.
Un segundo modelo sería, dice Olmedo, permitir el ingreso al CSU de las Escuelas no facultativas y los Centros Universitarios, lo que crearía un CSU inmenso y por lo tanto inoperante, dada la cantidad de representantes donde la toma de decisiones sería muy compleja.
Y un tercer modelo, nos señala Olmedo, sería la creación de un nuevo CSU, que tendría como característica central la puesta en práctica de la democracia interna de la institución a partir de la inclusión de representantes del conjunto de la universidad, es decir, uno de las ciencias de la salud, uno de las ciencias sociales y uno de las áreas tecnológicas, de humanidades, de educación y dos representantes de los Centros regionales, que sería otra forma, otro modelo de CSU; pero que pudiera funcionar en las actuales circunstancias (España Calderón, 2017: 159).
Yo piensó, que Olmedo España dejó en el tintero una posibilidad más. ¿Y cuál es esa última posibilidad? Es la disgregación y la atomización de la universidad, la creación de la Universidad Nacional de Occidente en Quetzaltenango, la Universidad Nacional del Norte en Cobán, de la Universidad Nacional de Oriente en Chiquimula, esa sería otra de las posibilidades.
Pero, Olmedo no la olvidó, la señala en su libro atinadamente y dice, «hoy esta realidad educativa se ha convertido en un enjambre que adopta sus propias dinámicas de manera relativa; pero que dependen de las decisiones de otras instancias ubicadas en el campus central. Obviamente, si llevamos a cabo hasta las últimas consecuencias lo que significa la descentralización educativa, podríamos estar frente a una situación en la cual el nivel de autonomía de estos centros se encaminara en un determinado momento a convertirse en otras universidades públicas.” (España Calderón, 2017: 239-240).
Olmedo lo tiene contemplado en su texto, o sea existen esas posibilidades. Es decir, nos estamos dando cuenta que no podemos seguir caminando de la manera que hemos venido caminando, que la universidad pública, que la universidad más grande de Centroamérica se ha venido transformando con el tiempo, han ido surgiendo las Escuelas no facultativas y los Centros Universitarios en el interior del país.
Pues, entonces, si en su momento no se pensó, no se tuvo la claridad para prever que estas nuevas unidades académicas deberían tener una conexión directa con el poder político de la institución, este es el momento que lo reflexionemos y este es el momento en que nosotros todavía podemos realizar cambios importantes, que legitimen la actividad del CSU y que le den contenido para todos los universitarios a este órgano.
Si no, para mí, seguirá “siendo el corazón del espanta pájaros”, porque es un gobierno que gobierna para 10 facultades y no para las 46 unidades académicas que tiene hoy día la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Deseo terminar con algunos párrafos pequeños que Olmedo nos plantea en su texto y decir también que el libro de Olmedo es una obra polifónica; es una obra donde muchas voces nos hablan de la universidad, donde muchos hombres desde diferentes partes del planeta nos hablan de sus preocupaciones por la universidad, por la juventud, por la educación, por la formación, por la enseñanza de la juventud, por el mejor camino de una institución que ha probado en su paso histórico, ser una institución noble y una institución que debe permanecer.
Nos dice Olmedo España, evocando palabras de Ortega y Gasset,
“una institución es una máquina y toda su estructura y funcionamiento han de ir prefijados por el servicio que de ella se espera, en otras palabras la raíz de la Reforma Universitaria está en acertar plenamente con su misión, todo cambio o retoque de nuestra casa que no aparta de haber revisado previamente con energía, con claridad, con decisión y veracidad el problema de su misión, serán penas de amor perdido.” (España Calderón, 2017: 245).
Tenemos que acertar en esta situación, tenemos la obligación de ser críticos y de señalar los problemas de la Universidad de San Carlos y tenemos que ser nosotros, porque no vamos a esperar que vengan de afuera los egresados de otras universidades, de otros ámbitos universitarios, a decirnos cuáles son nuestros problemas.
Nosotros debemos que acertar en la problemática nuestra, tenemos que analizar, que pensar, que reflexionar y eso, señores, lo pueden encontrar ustedes en el libro del doctor Olmedo España Calderón: Universidad y aprendizaje.
Referencias bibliográficas
– Del Mazo, Gabriel (1946) Estudiantes y gobierno universitario. Bueno Aires: Imprenta de F. y M. Mercatali.
– España Calderón, Olmedo (2017) Universidad y aprendizaje. Teoría, interpretación, perspectiva. Guatemala: Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala.
– Ortega y Gasset, José (2001) Misión de la Universidad, Buenos Aires: Para los cursos y conferencias de Raúl J. A. Palma.
– Tunnermann Bernheim, Carlos (1998) Ochenta años de la Reforma Universitaria de Córdoba. Santo Domingo: Editora Universitaria, Universidad Autónoma de Santo Domingo.
– (2008) Noventa años de la Reforma de Córdoba (1918-2008). Buenos Aires:
CLACSO.

Le puede interesar:
Relacionado
Por El Siglo Ver noticia original
Noticias Guatemala es el directorio de noticias más completo de Guatemala, agregando las noticias de la mayoría de centros informativos de Guatemala en un solo lugar. Visita los enlaces que proveemos para ver toda las noticias que ofrecen nuestras fuentes. Las noticias de última hora en guatemala y lo más relevante de los periodicos del país. Noticias Guatemala en vivo las 24 horas del día.