Un panorama más claro, ¡Queremos democracia!

Sueños…

Tormenta en el desierto

Como una tormenta en un desierto desolado, así fueron las elecciones de junio del 2023. Todo un pueblo despertó ante la sorpresa del ingreso al tradicional balotaje de una corriente alternativa. Todos los poderes del Estado se cimbraron ante la disyuntiva de perder uno de los poderes en forma inesperada. Durante tres largos meses todos los medios noticiosos, los comentaristas y las redes se han llenado de un único tema: que se respete el voto ciudadano o que se imponga la lógica de un Estado absolutista. Pero, hay un milagro en todo esto.  Por primera vez en siglos, en Guatemala se discute si queremos democracia o no, y que tipo de democracia queremos, nadie ha quedado fuera de dar su opinión. Por primera vez hay consenso en el país sobre un tema: democracia. Solo eso ya es una ganancia.

Perspectivas del nuevo gobierno

El gobierno en los Estados modernos no gobierna. Los tres poderes del Estado tienen que guardar una relativa independencia, para permitir balances de poderes que eviten el control exagerado de un sector político que genere una situación de dictadura. Y como gobiernan los tres poderes entonces tendrán que negociar constantemente para alcanzar objetivos. Los objetivos siempre son contradictorios, pues oscilan entre intereses particulares y globales, entre visiones ideológicas enfrentadas, y hasta en creencias ficticias de dirigentes o grupos.

De tal manera que el nuevo ejecutivo se tendrá que enfrentar a un poder judicial y un poder legislativo que andan al gareta en la definición de políticas y resultados. Lo importante, será que los distintos grupos que generan opinión se concentren en realidades y no en deseos. Que comprendan que tienen que hacer propuestas viables y posibles, y que serán monitoreados por una cadena de redes sociales y medios de comunicación que estarán atentos a que no existan claras desviaciones hacia viejos cantilenas de izquierda o derecha (que ahora ya son obsoletas).

Los poderes del Estado tienen que compartir una nueva visión. Construir unidad de una república extremadamente dividida. Es decir, deberán generar objetivos orientados a construir un sistema social con educación primaria y secundaria de calidad para todos; protección del medio ambiente y las especies en peligro de extinción; fortalecer el derecho de opinión, religión e ideologías; fortalecer la posición de una economía competitiva y equitativa.

Como diría Kristalina Geogieva, seguimos en medio de shocks negativos (pandemia, guerra, fenómenos climáticos y crisis del costo de vida), que no están hundiendo el barco de la economía mundial pero, que su recuperación es lenta y desigual. En su último discurso, la directora del FMI indica que “de las principales economías, sólo Estados Unidos se ha recuperado completamente; la eurozona todavía está alrededor de un 2% por debajo de la tendencia, mientras que China y otras economías de mercados emergentes y en desarrollo están alrededor de un 5% por debajo de la tendencia”, y, por supuesto, el tercer mundo siempre es el más afectado.

El nuevo gobierno chapín se enfrentará al nivel de crecimiento mundial más bajo en décadas, en un entorno inflacionario en el que se espera que las tasas de interés sigan siendo más altas durante más tiempo y en un contexto de crecientes riesgos de fragmentación.

Prioridades políticas

Los tres poderes del Estado deberán coincidir en la necesidad de diseñar políticas estratégicas para sacar a este minúsculo país del ostracismo del desarrollo. Las visiones pueden ser diferentes, los objetivos los mismos. En lo social sacar a Guatemala del atraso tradicional en el diseño de políticas para el bienestar de la mayoría; en lo político aprender a negociar y transigir, en lugar de la confrontación, nadie es dueño absoluto de la verdad; en lo ambiental cumplir con los objetivos de proteger la naturaleza; en lo económico participar activamente en la cooperación internacional, no como Estado mendigo sino como Estado soberano y positivo.

Los grandes retos son:

“Invertir en salud, educación e infraestructura digital, tan vitales para garantizar que las nuevas tecnologías funcionen para su gente, no en su contra;

Aplicar políticas económicas sólidas para crear reservas contra las crisis y mantener la estabilidad económica y financiera; y

Avanzar más en las transiciones climática y energética, incluso impulsando las finanzas verdes e incentivando al sector privado a desempeñar su papel. Promoviendo un sector privado que incluya a la pequeña y mediana industria; y que los monopolios se diluyan y se conviertan en pequeñas y medianas empresas competitivas.

La realidad para el 2024

En el mes de septiembre, en que los centroamericanos celebran el final de su dependencia de España y en donde está pendiente la construcción de repúblicas democráticas, con una sola y fascinante excepción, la CEPAL ha publicado su Estudio Económico regional, que refleja las carencias que hay que enfrentar para construir una república democrática. En Guatemala se ralentiza el crecimiento del empleo y, persisten brechas de género y elevados niveles de informalidad laboral; el siguiente cuadro muestra una paradoja: por un lado muestra un nivel de endeudamiento del gobierno muy pequeño en relación con el resto de países, lo cual da posibilidades para aumentar la deuda basada en un estratégico proyecto de inversión en educación, salud, infraestructura y protección del ambiente; pero, al mismo tiempo nos indica que el Estado chapín nunca se endeudó en la historia para financiar gastos innecesarios como educación, salud o alimentos para los escolares pobres e indígenas.

Fuente: CEPAL. Estudio económico de América latina y el Caribe, 2023

La tasa de crecimiento del país es un buen indicio para el nuevo gobierno. Aunque el crecimiento no es el 5% potencial, sí es un indicador positivo, en medio de la caída en el mundo y en la región americana.

América latina y el caribe:
Proyección de la tasa de crecimiento del PIB, 2023
(En porcentajes)

Fuente: CEPAL, Estudio económico de América latina y el Caribe, 2023

Los organismos internacionales auguran un 2024 aciago, los problemas climáticos y de fractura mundial continuarán sumiéndonos en la incertidumbre. Y se mantendrá bajo el crecimiento en la región. Pero, para el caso centroamericano no es tan negativo, como se muestra a continuación

América latina y el caribe:
proyección de la tasa de crecimiento del PIB, 2024
(En porcentajes)

Fuente: CEPAL, Estudio económico de América latina y el Caribe, 2023

Un caso extraño, digno de algún ensayo, es ¿por qué los organismos internacionales incluyen en Centroamérica a Dominicana, Cuba y Haití?, ¿desde cuándo el feo nombre de Centroamérica ya no designa 5 países históricos sino a 10?, ¿por qué sí Belice está en Centroamérica me lo ponen en el caribe?

En síntesis, se abren las grandes alamedas para que la sociedad chapina construya por fin la república democrática, para la que se puso la primera piedra en 1821 y que luego fue abandonada. Pero hoy ese sueño es posible. Esperemos que todos asumamos un afán conciliador para construir esa sociedad mejor.

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